Océanos es la mayor creación artística de cualquier tipo que jamás se halla realizado en la historia de la humanidad.
Esta combinación de imágenes y música es, como minimo, la obra de arte mas monstruosa e impactante que ha dado el cine. Una hora y media donde se pueden ver animales subacuáticos tan raros que harían pasar desapercibido a un extraterrestre sentado en la butaca de al lado. Barcos luchando contra una furiosa tormenta marina real, hundiéndose casi por completo bajo el agua y volviendo a renacer. Un buzo nadando en pleno océano a 100 metros de profundidad, literalmente al lado de un tiburón de seis metros, y eso no es lo mas asombroso, sino que el buzo toma nota con libreta y birome. Escenas cargadas de una belleza visual inimaginable, un despliegue de colores y formas que sumerge el espectador a lo mas profundo del océano. El manejo de la cámara bajo el agua es tan perfecto que uno se olvida que es una persona y se convierte en un delfín nadando sincronizadamente con el resto del cardumen, o en un besugo luchando por sobrevivir, consiguiendo alimento o escapando de un predador.
Otro dato fundamental que hace único en su especie a este documental es el relato de la voz en off, a diferencia de la mayoría de este tipo de películas, el narrador no nos taladra la cabeza con toneladas de información imposible de retener; al contrario, la voz interviene lo mínimo e indispensable, con frases cortas y concretas, profundas; otorgando un mayor protagonismo a la música, y que decir de la música… bueno, solo que valdría la pena volver a pagar la entrada con los ojos vendados para volver a escucharla. La coordinación y la mezcla de los sonidos del mar con los instrumentos musicales forman una sinfonía perfecta y armónica.
De más esta decir que es una película para ver en cine. Verla en video seria un total desperdicio, como escuchar un disco de Pink Floyd en un ringtone de celular.
Tu idea del océano y todo lo que ocurre allá abajo nunca será la misma después de ver esta película.